¿No que no?
¿No que no?

¿No que no?

Cuando era feliz,
es cuando tu presencia era absoluta,
tal vez lo sigo siendo,
pero sin la paz de tu aliento.

Cuanto quisiera volver atrás,
aunque siempre dije que jamás lo pediría,
tan solo por verte, escucharte,
tan solo para ser tu hijo.

No mereces las lágrimas
ni las invocaciones,
no necesitas nuestros rezos,
mucho menos nuestras lamentaciones.

Consideralo como un tributo,
de estos ingenuos que creen conocer la vida,
esos mismos que la perdieron, un poco,
en el momento de tu partida.

No pido que regreses,
tu camino ya fue andado,
y por unos gatos, no tienes porqué regresar
Te deseo lo mejor.

(c) 2208280400. TUPSA
Todos los derechos reservados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *